Para cultivar plantas podés optar por hacer macetas con botellas de plástico, una opción amigable con el medio ambiente y fácil de realizar. Si bien existen macetas prefabricadas que podés comprar, con esta opción ecológica podés mostrar tu lado más creativo y hacer que tus plantas luzcan macetas con tamaños, formas y colores diferentes.
¿Por qué hacer macetas con botellas de plástico reciclables?
Si querés tener plantas en tu casa u oficina es necesario empezar por la maceta. Podés encontrar estos envases para plantas en cualquier local especializado en la venta de productos de jardinería. Es común que sean la primera opción de compra para los amantes de las plantas, sin embargo, con este tipo de maceta no contibuís a conservar el medio ambiente.
Esto pasa debido a su fabricación para el que, sin importar de qué material esté hecha, se utiliza una gran extracción de recursos naturales y un gigantesco consumo de energía que perjudica al ambiente. Entonces ¿qué podemos hacer como amantes de las plantas? La respuesta es simple, recurrir a los materiales reciclables.
Con los envases de plástico vacíos que seguro encontrás en tu casa, podrás ayudar al medio ambiente y tener la planta que tanto deseás. Por esta razón te mostramos a continuación las mejores ideas de macetas recicladas que podrás hacer en poco tiempo, mientras ahorras dinero y con el menor impacto ambiental posible.
Primeros pasos para crear maravillosas macetas con botellas de plástico
Elegí la botella adecuada
Las botellas preferidas para hacer macetas recicladas creativas son las botellas de plástico. Esto se debe a que son fáciles de encontrar, su manejo no supone mayores complicaciones y su durabilidad es muy considerable. Si bien existen muchas variedades de botellas de plástico, las más usadas son aquellas hechas con polietileno (PE) o con tereftalato de polietileno (PET).
Estas últimas son conocidas por ser el envase de muchas bebidas de gaseosas actuales. El inconveniente de estos envases es que solo un 25,4% se recupera para reciclaje. Esto supone que sean uno de los mayores contaminantes del medio ambiente y por esa razón, son las más empleadas para hacer macetas con botellas de plástico reciclables.
Seleccioná la botella con el tamaño y la forma que necesites
Cualquier botella de plástico, sin importar su forma o tamaño, funciona como un macetero reciclado de plástico, pero no todas serán apropiadas para la planta que querés tener. Tené presente que mientras menos sea el volumen de la botella seleccionada, más chica será la planta que pueda soportar.
Si querés tener una planta que sea de poco crecimiento o necesite muy poca agua como las suculentas o los cactus, las botellas de poco volumen son ideales.
Debés acertar con una forma adecuada
Ahora, la forma es otro factor importante. Si la botella es estrecha o alta es la opción perfecta para plantas con raíces profundas. Este tipo de botellas también funcionan para las plantas que necesitan de una humedad constante.
Si por el contrario es una botella baja y ancha podés utilizarla de semillero o para plantas de raíces superficiales. En estas botellas también podés poner plantas que necesiten un suelo más seco para poder vivir, ya que se adaptarán mejor a la forma de la botella plástica.
¿Es mejor una botella transparente u opaca?
La transparencia de tus macetas recicladas dependerá del crecimiento de las raíces de tu planta. Sin embargo, para fomentar el buen crecimiento de cualquier planta lo mejor es una botella que permita el paso de poca luz. Esto quiere decir que las botellas opacas son mejores, pero no significa que no puedas usar botellas transparentes, ya que siempre tendrás la opción de pintarlas.
Ideas increíbles para crear macetas con botellas de plástico
Maceta vertical con botella de plástico
Es hora de poner manos a la obra y este tipo de planteras con botellas verticales son la opción más fácil para comenzar. Para hacerlo necesitás una botella PET, un cuchillo, una varilla metálica o un soldador y un cordón o alambre en caso de querer colgarla.
Tené presente que es un proyecto fácil de realizar, sin embargo, por el uso de objetos filosos es importante que lo realice un adulto o menores de edad, siempre bajo la supervisión de un mayor responsable.
Una vez tengas todos los utensilios a mano lo primero que tenés que realizar es un corte a la botella. Con un cuchillo caliente debés hacer un corte transversal, es decir, por el ancho de la botella de plástico. Hacé el corte con cuidado justo donde el ancho es uniforme, es decir, algunos centímetros por debajo de la tapa.
Descartá la parte de la tapa y quedate con el recorte que contiene la base de la botella. Ahora, es necesario crear el drenaje de tu maceta reciclada. Para esto utilizá la varilla metálica caliente o un soldador. Si no tenés ninguno de estos objetos, podés usar la punta de un cuchillo caliente, pero siempre con mucho cuidado, ya que el plástico se consume rápidamente en contacto con el calor.
El número de agujeros en la base puede variar entre uno grande en el centro de la base de la botella o varios a lo largo de la base. Una vez que tengas los agujeros de drenaje creados, solo falta que trasplantes a la maceta tu planta y disfrutes de tu nueva maceta ecológica. Si quieres colgarla en un lugar abrí unos agujeros en la parte superior de la botella, a unos 3 cm del borde y luego insertá el cordón del largo que desees para suspenderla en el aire.
Maceta horizontal reciclable
Este tipo de macetas hechas con botellas de plástico en principio es similar a la anterior, sin embargo, en este caso se encontrará acostada sobre uno de los laterales. Así podrás poner plantas que necesiten una tierra más seca o con raíces chicas. Además, si tu botella es una de gaseosa, seguramente deberás crear una sujeción para que no ruede una vez lista, aunque si tenés una botella con bordes planos, podés saltar ese último paso.
Para crear tu maceta horizontal lo primero es poner la botella de plástico acostada en una superficie plana. Lo mejor es que se sostenga fácilmente, ya que debés recortar el lateral que se encuentra hacia arriba. Para esto utiliza un cuchillo afilado o una tijera si el plástico no es grueso. Corta un agujero de la forma que más facil sea para vos, pero siempre tené presente la base de la planta que querés poner en la maceta.
Una vez abierto el agujero, el segundo paso es realizar el drenaje por el lado contrario al recién cortado. Para, usá una varilla metálica caliente o un punzón. Realizá varios agujeros chicos a lo largo de la botella para que el agua drene fácilmente a la hora de regar la planta.
En último lugar, si tu botella es circular debés hacer un soporte que le permita estar firme. Lo ideal es usar unos alambres para crear una barrera que impida que tu botella ruede. También podés abrir algunos agujeros cerca de la abertura donde irá la planta para poner algunas cuerdas y colgarla en el sitio que prefieras. Finalizado este proceso podrás poner tu planta en su nueva maceta amigable al medio ambiente.
Usá tu creatividad: macetas en forma de animales
Si no querés que tu maceta se vea como un simple envase plástico recortado lo mejor es agregar tu propio toque artístico. Para esto, las macetas recicladas en forma de animales son las preferidas, ya que se ven bien en muchos espacios del hogar. Además, es la forma perfecta de involucrar a los más pequeños de la casa en tareas divertidas mientras aprenden sobre ecología y reciclaje.
Los materiales que necesitás para crear estas macetas divertidas son:
- Botellas de plástico de 2 litros o más.
- Cutter.
- Tijeras.
- Pintura acrílica.
- Marcador indeleble.
Para crear las macetas lo primero es pensar el animal que se quiere emular. Entre las opciones preferidas se encuentran el conejo, el zorro y el gato. Esto se debe a que sus rasgos más notorios y fáciles de realizar son las orejas. Una vez sepas qué figura de animal querés hacer, es momento de tomar el marcador.
Con la botella limpia y seca tomá el marcador y trazá la silueta de la cabeza del animal sobre la botella. Podés hacerlo a mano o con una plantilla impresa o dibujada anteriormente en una hoja de papel. De esta forma es más fácil marcar sobre la botella. Cuando termines tu diseño, tomá el cuchillo o las tijeras y recortá la parte superior de la botella respetando la silueta del animal.
Deberás tener la maceta que consta de la base y la parte superior con las orejas del animal seleccionado. Ahora debés buscar la pintura. El color puede ser el que prefieras, solo asegurate de que sea pintura acrílica para que soporte bien el constante riego. Cuando haya secado, volvé a tomar el marcador indeleble y dibujá los detalles del animal, es decir, su nariz, boca, ojos y cualquier otro elemento que quieras.
A continuación, realizá perforaciones en la base para crear el drenaje y estará lista para lucir tu planta favorita de una forma diferente y divertida.
Recordá que, en las manos de los más pequeños se encuentra el futuro del ambiente y esta es una excelente forma para enseñarles a cuidar de su entorno mediante el reciclaje y el cuidado de la naturaleza desde sus primeros años.
