- Revisá tu alacena y heladera:
- Antes de hacer una lista de compras, verificá qué alimentos ya tenés en casa. Muchas veces, los alimentos se compran en exceso porque olvidamos lo que ya tenemos.
- Organizá los alimentos en tu alacena para tener a la vista lo que necesitás usar primero.
- Elaborá un menú semanal:
- Planificá las comidas de la semana con recetas que aprovechen los alimentos que ya tenés y que sean fáciles de preparar.
- Incluí recetas que utilicen ingredientes comunes para evitar compras innecesarias y aprovechar mejor los alimentos.
- Considerá las porciones para evitar cocinar en exceso, a menos que tengas un plan claro para las sobras.
- Hacé una lista de compras inteligente:
- Creá una lista de compras basada en tu menú semanal, dividiéndola por categorías (frutas y verduras, proteínas, granos, etc.) para facilitar el recorrido en el supermercado.
- Incluí solo lo necesario, teniendo en cuenta las cantidades adecuadas para evitar el exceso.
- Comprá de forma estratégica:
- Priorizá los alimentos frescos y de temporada. No solo suelen ser más económicos, sino que también son más sostenibles.
- Elegí productos de calidad y evitá aquellos que ya estén en mal estado o que no vayan a durar mucho tiempo.
- Practicá el método "Primero en entrar, primero en salir" (FIFO):
- Organizá tu heladera y despensa colocando los alimentos recién comprados detrás de los más viejos. Esto te va a ayudar a consumir primero los productos que están más cerca de vencerse.
- Considerá congelar alimentos:
- Aprendé a congelar correctamente diferentes tipos de alimentos para que mantengan su calidad, así si tenés alimentos que no vas a poder consumir pronto podés conservarlos por más tiempo.
- Evaluá y ajustá:
- Reflexioná al final de la semana sobre qué alimentos te sobraron o qué se desperdició. Ajustá tu planificación de compras para la próxima vez según lo que aprendiste.